El CJNG busca tomar el control de Ecatepec tras desarticulación de ‘La Chokiza’

autoridades federales alertaron que el CJNG ha puesto sus ojos en Ecatepec de Morelos con la intención de ocupar el vacío dejado tras la caída de la estructura criminal conocida como La Chokiza.
De acuerdo con los reportes, células afines al CJNG estarían intentando retomar los negocios ilícitos que dejó La Chokiza, lo que representa una posible reconfiguración de la violencia y el control delictivo en uno de los municipios más poblados del Estado de México.

La preocupación surge tras la captura de “El Choko” —fundador y líder de La Chokiza— y algunos de sus operadores clave, lo que derivó en la desarticulación de esta agrupación.
En ese contexto, funcionarios federales tienen indicios de que el CJNG busca ocupar el territorio y las plazas de operación dejadas por La Chokiza, especialmente en zonas conflictivas de Ecatepec.
Las actividades identificadas como de interés del CJNG incluyen extorsión, narcotráfico, control del transporte público, despojo de inmuebles, préstamos gota a gota, robo de vehículos, secuestro y demás delitos graves que tradicionalmente han caracterizado el control de plaza en la región.

Además, se menciona que La Chokiza había operado bajo la fachada de una organización social, con supuestos vínculos políticos, lo que complicó su persecución. Esa estructura de control social y criminal ahora estaría siendo disputada por el CJNG tras la desarticulación del liderazgo anterior.

Pese a los reportes federales, las autoridades municipales de Ecatepec han negado que exista una presencia afirmada del CJNG en la demarcación. El secretario del Ayuntamiento declaró que, a su parecer, los generadores de violencia siguen siendo grupos locales, remanentes de organizaciones como La Chokiza, pero no “cárteles de gran alcance.”
Afirman que operativos recientes —con participación de la Marina, la Guardia Nacional y policías locales— han buscado contener la violencia, y aseguran que no han detectado una consolidación del CJNG en el municipio.

Para los habitantes de Ecatepec, la posibilidad de que el CJNG intente establecer control representa una amenaza significativa: incremento de extorsiones, violencia, despojos, tráfico de drogas y un control social coercitivo bajo el temor.
El desplazamiento de grupos del crimen organizado a zonas densamente pobladas genera inseguridad generalizada, desconfianza en las instituciones y una potencial crisis de convivencia. También puede aumentar la vulnerabilidad de jóvenes y sectores socialmente marginados, quienes podrían ser blanco de reclutamiento.

Además, aunque las autoridades locales insistan en que la situación está controlada, la alerta federal revela que la amenaza es latente. Esto genera incertidumbre entre los vecinos, comerciantes y transportistas —sectores históricamente afectados por la delincuencia organizada.

El fenómeno no es aislado: tras la caída de estructuras criminales en distintas partes del país, cárteles como el CJNG han demostrado capacidad para aprovechar vacíos de poder y expandirse.
En el Estado de México y la Zona Metropolitana, la competencia por el control territorial entre grupos como CJNG, La Familia Michoacana, La Unión Tepito u organizaciones locales incrementa la complejidad de la seguridad pública, haciendo más difícil predecir cuál será el panorama en los próximos meses.

Si el CJNG logra consolidar su presencia en Ecatepec, la ciudad podría sufrir un deterioro significativo en materia de seguridad y gobernabilidad. Las extorsiones, cobro de piso y violencia podrían incrementarse, haciendo más vulnerables a habitantes y comerciantes.
La infiltración en el transporte público, el cobro ilegal a pequeños negocios o el control de zonas de vivienda podrían provocar desplazamientos internos, cierre de comercios, huida de familias y un clima de miedo generalizado.
Por otro lado, una movilización ciudadana, vigilancia comunitaria, denuncias constantes y coordinación real entre autoridades municipales, estatales y federales podrían obstaculizar los planes del CJNG. Pero esto requiere recursos, voluntad política y transparencia.

La advertencia de que el CJNG busca expandirse hacia Ecatepec tras la desarticulación de La Chokiza representa un llamado de alerta para autoridades y ciudadanos por igual.
Aunque las autoridades municipales niegan la presencia consolidada del cártel, los reportes federales sugieren un riesgo real y elevado. La situación demanda vigilancia ciudadana, comunicación comunitaria, operativos efectivos y políticas públicas de prevención del delito.
Para Ecatepec —y para quienes vivimos en municipios con dinámicas similares—, el desafío es grande: evitar que el crimen organizado reconfigure la violencia y recuperar la seguridad y la tranquilidad social.